Cuando un técnico de prevención se plantea realizar una evaluación de riesgos para vigilantes de seguridad, los primeros riesgos que le vienen a la mente son aquellos que pueden ocasionarle daños a la salud más inmediatos, y probablemente le saldrá una lista similar a esta:
Para todo este tipo de riesgos podemos recurrir a las medidas preventivas convencionales, destacando por encima de todas ellas disponer de una buena formación en prevención de riesgos laborales.
Pero en este post quería centrarme en aquellos riesgos que pasan más desapercibidos, y que en muchos casos no se les da la importancia que merecen en las evaluaciones de riesgos; hablamos de la realización de tareas monótonas, del trabajo a turnos y nocturno, del trabajo en solitario, con el agravante de realizarlo en un entorno de empresa cliente.
Para tratar de minimizar estos riesgos es fundamental que la empresa cliente y la empresa de seguridad concesionaria del servicio realicen un análisis previo a la contracción.
Si se tiene en cuenta todos estos factores, la frase con la que muchos vigilantes se despiden de su compañero/a tras el relevo de turno; "buen servicio", pasará de ser un formalismo a ser una realidad, en definitiva estaremos protegiendo a los que nos protegen.
Suscríbete a nuestro blog para estar al día en Seguridad y Salud laboral. Te enviaremos un newsletter mensual con lo más interesante de Prevenidos