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Daños a la salud por exposición a polvo de madera

La consecuencia más grave de la exposición al polvo de maderas duras, la constituye el cáncer de cavidad nasal y senos paranasales (Adenocarcinoma de Fosas Nasales y Senos Paranasales).

La botánica divide a las plantas en gimnospermas y angiospermas. Aun­que algunas gimnospermas son arbustos, la mayoría son árboles, principal­mente coníferas, a las que nos solemos referir como maderas blandas. Las angiospermas pueden ser plantas herbáceas, arbustivas o arbóreas. Entre es­tas últimas se encuentran los árboles de hoja caduca, a los que nos referimos generalmente como maderas duras. Por lo tanto, la denominación de madera dura o blanda hace referencia a la especie de árbol a la que pertenece y no describe directamente la dureza de la madera.

Trabajadores expuestos a polvo de maderas

  • Gimnospermas, principalmente polvo de madera de coníferas (maderas blandas)
  • Angiospermas, como polvo de madera de árboles de hoja caduca (maderas duras)

Población de riesgo

Tanto las maderas duras como las blandas se utilizan en la fabricación de muebles, trabajos de carpintería, explotaciones forestales, aserraderos, fa­bricación de tableros contrachapados, etc. El polvo de madera es una sustan­cia compleja cuya composición varía considerablemente dependiendo de las especies de árboles que se estén procesando, y se compone principalmente de celulosa, polioses (hemicelulosa), lignina, y un gran número de sustancias de menor masa molecular que pueden afectar significativamente a las propie­dades de la madera.

La International Agency for Research on Cancer (IARC) la incluye las maderas duras en el Grupo I de carcinógenos para humanos y lista 34 maderas duras (14 Tropicales y 20 No tropicales): Abedul, Afromosia, Álamo, Aliso, Arce, Balsa, Bete, Caoba africana, Carpe, Castaño, Cerezo, Chopo, Ébano, Encina, Fresno, Haya, Hickory, Iroko o Kambala, Meranti, Nogal, Nogal americano, Nyatoh, Obeche o Samba, Olmo, Palisandro, Palisandro brasileño, Pino Kauri, Plátano, Rimu o Pino rojo, Roble, Sauce, Sicomoro, Teca y Tilo.

Las maderas blandas más habituales son Abeto, Cedro, Ciprés, Falso ciprés, Alerce, Pice, Pino, Abeto de Douglas, Pino de Oregón, Secuoya, Tuya, Hemlck

Actividades de riesgo

Para establecer una lista indicativa de actividades en las cuales puede de­sarrollarse una "neoplasia maligna de cavidad nasal producida por la ex­posición a polvo de madera dura", tal como se define la enfermedad para su reconocimiento como profesional, tomaremos como referencia el Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se esta­blecen criterios para su notificación y registro.

El listado comprende:

  • Fabricación de muebles,
  • Tala de árboles,
  • Aserraderos,
  • Trituración madera en la industria del papel,
  • Modelismo de madera,
  • Prensado de madera,
  • Mecanización y montaje de piezas de madera,
  • Acabados de madera (contrachapado y aglomerado),
  • Lijado de Polímero de parquet, tarima, etc.

Factores de riesgo

  • Exposición ocupacional: Inhalación polvos metal (níquel, cromo, aluminio), trabajo con curtidos, con pilas alcalinas, polvo de madera y de cuero (estos dos últimos más asociados con el adenocarcinoma que con carcinoma epidermoide) y polución ambiental.
  • Tabaco.
  • Exposición viral: virus papiloma humano (subtipos 6, 11, 16 y 18)
  • Sinusitis crónica.

Efectos sobre la salud

La exposición al serrín de madera blanda y de madera dura es frecuente entre las personas trabajadoras y puede causar síntomas y enfermedades respiratorias, siendo la consecuencia más grave el cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales. Cuando se mezclan serrines de madera dura con otros serrines, se aplica a todos los serrines contenidos en la mezcla el valor límite estable­cido para el serrín de madera dura.

El trabajo en la industria de la madera como aserraderos, acabados de madera, carpintería, ebanistería, fabricación y utilización de conglomerados de maderas, también según el caso y riesgo, pueden producir Rinoconjuntivitis, Urticarias y angioedemas, Asma, Alveolitis alérgica extrínseca, Síndrome de disfunción de la vía reactiva, Fibrosis intersticial difusa, Fiebre de los metales y de otras sustancias de bajo peso molecular.

La IARC, en 1995 y en 2012, declaró que existía suficiente evidencia en humanos sobre la carcinogenici­dad del polvo de madera, e incluyó a este agente en el grupo 1 de su clasifi­cación, estableciendo que la aparición de adenocarcinomas en fosas nasales y senos paranasales está claramente relacionada con la exposición a polvo de maderas existiendo menos estudios que relacionen este tipo de cáncer con la exposición a maderas blandas o a polvos mixtos de maderas duras y blandas, siendo un tipo de cáncer que aparece ligado de for­ma casi exclusiva a la actividad laboral, pudiéndose controlar su incidencia mediante la aplicación de medidas preventivas.

Epidemiología

Las neoplasias naso sinusales son poco frecuentes, 0,2–0,8% del total de tumores malignos humanos y el 3-6% de los tumores de cabeza y cuello. Pre­dominan los de estirpe epitelial como el carcinoma escamoso. Los adenocarcinomas naso sinusales son menos frecuentes (8-25%) de los tumores malignos de esta localización. En nuestro medio, la incidencia de adenocarcinomas naso sinusales es de 0,19 casos/100.000 habitantes/año.

Los adenocarcinomas, se localizan en la región etmoidal y la parte alta de las fosas nasales en un 85% (cornetes superior, medio y meato medio), seguida de seno maxilar (10%), siendo ex­cepcional en el resto de las cavidades sinusales.

La edad en el momento del diagnóstico se sitúa en los 60 años y sólo el 10% tienen menos de 50 años. La relación entre sexos es de 4:1 a favor de los varones.

El 90,4% de los adenocarcinomas et­moidales están relacionados con la exposición al polvo de la madera, no en­contrándose esta misma asociación con los carcinomas escamosos de la mis­ma localización. Tomando como base el conocimiento actual, no se considera pertinente, en términos de riesgo de cáncer, distinguir ni la naturaleza, dura o blanda de la madera, ni la granulometría del polvo. El riesgo aumenta con la inhalación de formaldehido, pegamento y disol­ventes. Las personas que trabajan expuestas al polvo de la madera tienen un riesgo 500 veces superior a la población masculina no expuesta y casi 900 veces más que la población general.

Más del 90% de los afectados estuvieron expuestos a polvo de madera por un periodo superior a 5 años. Su latencia promedio es de 40 años, pero a día de hoy no es posible saber si depende de la dosis y de la duración de la exposición. Parece que a partir de 1 año de exposición es posible desarrollar este tipo de tumor con un periodo de latencia similar al del caso de una exposición más larga.

Clínica y Diagnóstico Adenocarcinoma naso sinusal

Inicialmente es asintomático o con escasa manifestación semejante a sinusitis crónica, alergia o poliposis nasosinusal. Los síntomas más habitua­les son: obstrucción nasal, presión o dolor a nivel de senos paranasales, rinorrea (secreción nasal), epistaxis (sangrado nasal), anosmia (no percepción de olores). La persistencia de estos síntomas a pesar del tratamiento o la presencia de síntomas y signos unilaterales debe alertar sobre una posi­ble malignidad.

La vía más frecuente de diseminación es la extensión directa, causando síntomas por extensión. Los síntomas y signos en fases más avanzadas de los tumores de senos etmoidales son: dolor, lagrimeo continuo, secreción nasal sanguinolenta, ensanchamiento de la raíz nasal, edema de reborde orbitario inferior, abombamiento del ángulo interno del ojo, desplazamiento del globo ocular hacia fuera y hacia delante, afectación del nervio óptico y canal carotideo por extensión poste­rior.

En el caso de que la localización tumoral afecte a fosas nasales u otros senos paranasales distintos del etmoidal, la clínica puede incluir otros sínto­mas y signos como anestesia, parestesias y dolor en territorio maxi­lar y mandíbula, incapacidad de abrir la boca por completo, úlceras o masas en mucosa oral, alteraciones dentarias, etcétera.

Tiene baja tendencia a desarrollar metástasis linfáticas o a distancia (menos del 5%) debido al escaso drenaje linfático de las fosas nasales y senos paranasales. En un porcentaje numeroso de casos el diagnóstico se hace en estadios avanzados.

Se sospechará ante todo síndrome obstructivo nasal, dolor facial, rinorrea o epistaxis unilaterales y persistentes (mucosidad o hemorragia), que se prolonga en el tiempo y no responde a los tratamientos habituales debiendo ser evaluado, diagnosticado y tratado por Otorrinolaringólogo que practicará las distintas pruebas diagnósticas. Constituye una Enfermedad Profesional recogida en el RD 1299/2006 (Neoplasia maligna de cavidad nasal producida por polvo de madera dura: 6L0101 a 6L0109)

El pronóstico de estos tumores es malo, con una supervivencia entre el 20- 50% a los 5 años. La supervivencia desciende del 80% al 25% según se pasa de categoría T1 a T4, reduciéndose al mínimo cuando hay invasión intracraneal.

Signos y síntomas a vigilar

  • Obstrucción nasal de una de las fosas nasales (unilateral)
  • Alteraciones del gusto y el olfato (pérdida parcial o total)
  • Hemorragia repetida por una de las fosas nasales (unilateral)
  • Secreción nasal seropurulenta por una fosa nasal (unilateral)
  • Dolor facial unilateral persistente
  • Lagrimeo unilateral persistente


Fuentes

ü Protocolo para la Vigilancia sanitaria específica del Adenocarcinoma de Fosas Nasales y Senos Paranasales en personas trabajadoras expuestas a polvo de madera. Consejo Interterritorial. Sistema Nacional de salud. 9 de mayo 2019.

https://www.sanidad.gob.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/docs/adenocarcinomaProtocolo.pdfEste enlace se abrirá en una ventana nueva

ü Guía para la vigilancia sanitaria del adenocarcinoma de fosas nasales y senos paranasales en personas trabajadoras expuestas a polvo de madera. Consejo Interterritorial. Sistema Nacional de salud. 9 de mayo 2019.

https://www.saludcastillayleon.es/profesionales/es/saludlaboral/protocolos-vigilancia-salud-especifica.ficheros/1635808-Madera%20gu%C3%ADa.pdfEste enlace se abrirá en una ventana nueva

ü Enfermedades profesionales causadas por agentes carcinógenos. Neoplasia maligna de Cavidad Nasal y Senos Paranasales. DDC-CAN-02 Directrices para la decisión clínica en Enfermedades Profesionales. INSST, ISCIII

https://www.insst.es/documents/94886/2870094/DDC-CAN-02+-+Enfermedades+profesionales++causadas+por+agentes+carcin%C3%B3genos.+Neoplasia+maligna+de+Cavidad+Nasal+y+Senos+Paranasales.pdf/b1bfc91b-db35-6215-cf1d-278301fcf198?t=1643249030615Este enlace se abrirá en una ventana nueva

ü Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para su notificación y registro

https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2006-22169Este enlace se abrirá en una ventana nueva

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