La flota de la Volvo Ocean Race ya navega en la octava etapa de la competición, la que va desde Itajaí (Brasil) hasta New Port (Rhode Island) que, comparada con la etapa anterior, la séptima (Auckland-Itajaí), será más calurosa y menos complicada a priori.

Cuando escuchamos la palabra ‘calor’ o cualquier derivada de la misma, tendemos a pensar que entonces es necesario hidratarse más o, dicho de otra manera, que corremos el riesgo de deshidratarnos con mayor facilidad. Sin embargo, esto no es del todo correcto, y menos cuando hablamos de regatistas profesionales a bordo de un barco de competición.

Por desgracia, muchas veces por las propias condiciones de vida a bordo de los barcos, y otras muchas por los propios vicios adquiridos por los regatistas, la deshidratación es una constante en una competición como la Volvo Ocean Race, independientemente de la etapa en la que se encuentren, haga frío, calor, precipitaciones, o fuertes vientos.

La cuestión clave para ellos es: ¿Cómo de deshidratado voy a estar y cuánto me va a afectar al rendimiento? Para responder a esto es importante tener en cuenta varias variables que influyen directamente en el grado de deshidratación de los regatistas:

Viento

La velocidad a la que navega un barco de competición es tal que el viento parece que siempre es de través, lo que hace que cualquier ola, por pequeña que sea, levante mucha agua y empape constantemente la embarcación. Esto implica que los regatistas tengan que navegar enfundados siempre en sus trajes de agua, que por mucho que transpiren, son de por sí una fuente de deshidratación. Aunque beban constantemente su capacidad de rehidratación es siempre menor que su deshidratación.

Viento-VORViento-VOR

Alimentación

El 90% de los alimentos que se comen a bordo de un barco de competición son liofilizados ¿Por qué? Fácil: los productos liofilizados pesan menos y duran más, y por tanto son ideales para este tipo de competiciones con largas etapas y en las que hay que tratar de aligerar el peso del barco para alcanzar la mayor velocidad posible.

Antes de comer este tipo de alimentos es necesario rehidratarlos y para ello hay que cocinarlos en agua hirviendo, tarea nada sencilla a bordo de un barco que navega dando ‘tumbos’. De hecho, una de las principales dolencias de los regatistas durante las travesías son las quemaduras que se hacen mientras preparan la comida, generalmente en las manos.

Alimentación-VORAlimentación-VOR

Para evitar estas quemaduras lo que suelen hacer es rehidratar menos de lo que debieran el alimento y de este modo no hay riesgo de que se les caiga y les queme. Pero esto resulta ser una mala idea, ya que vuelven a poner en peligro la hidratación de su cuerpo con consecuencias como el estreñimiento. En esta edición de la VOR ya son 8 personas las que han sufrido estreñimientos a causa de no rehidratar bien la comida.

Agua

Otro factor importante es la falta de agua a bordo. El agua que beben los regatistas es agua de mar potabilizada, desalinizada en el momento por ellos mismos a través de unas máquinas que, no solo potabilizan, sino que también eliminan muchas de las propiedades del agua, lo que tampoco ayuda a la hidratación.

Además, como el sabor de esta agua no es agradable, es habitual verles echar unos polvitos isotónicos de sabores, normalmente de limón, con el objetivo de así beber más y prevenir la hidratación. Pero no es así, no les favorece ya que el sudor es hipotónico y ellos reponen isotónico. Se crea por tanto una hipertonía que incrementa la deshidratación.

Agua-VORAgua-VOR

La temperatura que experimentan en cada etapa también es un factor que juega malas pasadas a la hidratación. Y es en las etapas más frías, en las que apenas se ve el sol como en la séptima, cuando los regatistas tienen la impresión de no necesitar beber tanta agua. Sin embargo, las necesidades de hidratación de su cuerpo siguen siendo las mismas. Por lo que las etapas más ‘peligrosas’ en este sentido, muchas veces son las más frías en las que frecuentemente aparece la congelación a causa de una mala hidratación.

Radiación solar

Por último, no podemos olvidarnos de la radiación solar como ‘vecina’ de la hidratación. Para combatir los efectos del sol, es fundamental un buen equipamiento. Las gafas de sol son fundamentales y además de buenas, para proteger los ojos de los rayos UVA, han de ser grandes, para protegerlos también del viento.

Radiación solar-VORRadiación solar-VOR

Las gorras también son importantes, aunque no suficientes, ya que el efecto espejo del mar hace que la radiación llegue por ángulos que la visera no protege. Por tanto es imprescindible también el uso de una crema adecuada constantemente, independientemente del frío, el sol, o el color de piel.

Crema-VORCrema-VOR