Después de una jornada de trabajo o de estudio, soñamos con llegar a casa y sentarnos en el sofá o tumbarnos en la cama a descansar; pero al llegar nos encontramos con una situación que no esperábamos: el ruido de la calle, música a todo volumen, los niños de los vecinos gritando.
La exposición al ruido en el trabajo puede producir una disminución de la capacidad auditiva que podría concluir en una enfermedad profesional. Pero no sólo existe exposición a ruido en el trabajo; también estamos expuestos a ruido cuando vamos por la calle, debido al tráfico, a la actividad comercial, a la existencia de obras, etc.
Es lo que se llama contaminación acústica; es decir, un exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. En principio, estos niveles de ruido no son lo suficientemente altos como para producir pérdidas de audición, pero sí que pueden generar molestias que produzcan efectos como: aumento de la presión sanguínea y de la frecuencia cardiaca, irritabilidad, dificultad para conciliar el sueño, trastornos de la voz al tener que elevar el tono para comunicarse, etc.
Desgraciadamente en algunos casos poco podemos hacer, pero en otros sí que es posible por nuestra parte tomar medidas para reducir el ruido de nuestras casas. A continuación, se relacionan algunas recomendaciones que nos podrían ayudar:
Con estas medidas se puede disminuir el nivel de ruido en el hogar y, por tanto, mejorar también nuestra calidad de vida. ¿Las ponemos en práctica?
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Gracias por tu comentario José Antonio. Buen apunte sobre el ruido de la hostelería. Nos guardamos tu idea para un futuro post. Saludos.
Creo que abordas un tema muy interesante, que es la observación de los niveles de ruido de los electrodomésticos. Al leerte recuerdo el cambio en mi cocina al renovar la campana extractora…
Nos alegra que te haya gustado Almudena. Un saludo.
Me siento muy identificada con todo lo que se expone en el artículo pero creo que se ha omitido una de las fuentes de ruido más molestas y difíciles de medir y regular: los ruidos de impacto. Por desgracia, mucha gente acumula muebles en pisos pequeños y los golpean o arrastran contra paredes o suelos como si tal cosa y a cualquier hora del día y de la noche (que se lo digan a varios de mis vecinos…). Por no hablar ya de tacones, niños jugando a la pelota, etc. Es un ruido aún más molesto que los que se transmiten por el aire. Estos últimos pueden amortiguarse usando aislamientos adecuados, como Vd. dice, o tapones para los oídos. Pero un ruido de impacto se transmite a través de las estructuras de los edificios y no hay pladur, moqueta ni nada que los aísle. Sería muy interesante que se publicara un post sobre esto.
Nos apuntamos tus ideas Mara. Gracias por tu comentario. Saludos.
Hola Mara, ese tema que tu abordas resulta interesantísimo. Lo peor del caso es que en el mercado existen elementos de aislamiento de suelos que logran muy buenos resultados. Existen e incluso se seleccionan por los arquitectos al realizar los proyectos. Ahora con el CTE y antes con las NBE (desde luego ahora en mayor medida, no hay duda). Que curioso, en este país la vivienda estuvo realmente alta de precio y sin embargo el equipamiento a este respecto es bajo e incluso menor al que indican los proyectos…
Interesante tema, soy partidario de una ciudad con mapa de ruido, para que cuando elijamos un lugar donde vivir sepamos donde nos metemos. Por otro lado es muy importante controlar los ruidos habituales de la hostelería.