"Para llenar un vaso, antes tiene que estar vacío"
Dicen que durante nuestra infancia somos como esponjas. Atendemos a todo lo que hay a nuestro alrededor y, a lo que no está, también. Somos capaces de crear mundos irreales e imaginarios y viajar a lugares donde nunca antes hemos estado. Llegamos a ser aquellos personajes que, aún sin conocerlos, nos hacen sentir que somos distintos y que nos infieren grandes super-poderes. Inventamos palabras, juegos, amigos invisibles. Nada es imposible porque todo está dentro de nosotros. Somos máquinas de crear y de aprender.
Como formador en PRL te enfrentas a un público adulto y trabajador que, probablemente igual que tú, lleva tiempo en la dinámica de "mejor lo malo conocido que lo bueno por descubrir". Nuestra misión es dar ejemplo. ¿Cómo podemos hacer para que ocurra el cambio?
Formúlate y formúlales las preguntas: ¿qué hay en tu vida de todo aquello que eras capaz de hacer y sentir? ¿Dónde está la valentía con la que te lanzabas a jugar aunque no conocieras las reglas del juego?
Dejamos de practicar y se nos olvidó usar la creatividad. Realmente, fuimos creativos durante aquellos años aunque no lo sabíamos. En el momento en el que nos dijeron lo que teníamos que hacer y cómo había que hacerlo, comenzamos a debilitar nuestro potencial imaginativo.
Esto no quiere decir que durante nuestra vida laboral haya actividades que requieran ser realizadas de una forma concreta. Precisamente la garantía de su eficacia y seguridad radique en ello. Pero para otras muchas tareas, hemos incorporado esa "cómoda repetición" que nos hace no tener que pensar y nos ofrece mínimas preocupaciones porque sabemos que, haga lo que haga, siempre obtengo el mismo resultado. ¡Y hay que ver qué bien me siento así!
Ahora bien, si seguridad es lo que buscas, esta vida no es la tuya.
No nos engañemos; la vida es cambiante. Lo que hoy nos sirve, mañana forma parte del pasado. ¿Qué podemos hacer para seguir adaptándonos a la versatilidad de la vida?
Hay que aprender a desaprender. Las claves:
La creatividad: esa que dejamos de usar cuando nos hicimos mayores y que nos ayudará a generar nuevas ideas, soluciones y alternativas a las demandas que el contexto laboral y personal, nos exige.
La humildad: para poder decirme a mí mismo que lo que sé ahora, en este momento no me sirve.
La apertura de mente: explorar nuevas experiencias, sensaciones, conversaciones…
Practicar la valentía: abandonar la "cómoda" zona de confort, en la que todo es conocido y probar a ver cómo se ven las cosas desde el sillón de enfrente, o desde la mesa del compañero. Atreverse a volver a casa por otros caminos que no conozcas, perderse por ellos y experimentar qué ocurre y cómo los afrontas.
Y en este nuevo camino hay que evitar:
Los prejuicios: pensamientos rígidos que nos atan y nos engañan. Buscar un pensamiento al que poder darle la vuelta es un buen comienzo.
El miedo: ese que nos impide avanzar y crecer. Está dentro de nosotros, le hicimos un hueco hace mucho y sigue cómodamente instalado. Míralo de frente, ponle nombre y sustitúyelo por una nueva experiencia.
La rutina: lo que se repite cada día, de la misma manera, con las mismas palabras…prueba a usar otras expresiones para decir lo mismo, investiga cómo obtener el mismo resultado por otro camino.
En definitiva, aprender a desaprender es poner en práctica cada día que las cosas en la vida puedan darte magníficos resultados, llegando a ellas por distintos y nuevos caminos.
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Hola José Manuel. Muchas gracias por tus palabras. Nos alegra que te haya gustado el contenido.
Gracias Charo. Me alegro que te haya gustado el contenido. Un abrazo!
Excelente Post Marta!. Enhorabuena!.
Totalmente de acuerdo con lo que expones.
Para mejorar en la formación (como en cualquier otro ámbito de la vida) es imprescindible lograr vencer esa resistencia al cambio.
¡Gracias Laura! El cambio, ese gran oscuro espacio de nuestra vida…donde podremos encontrar cosas increíbles y maravillosas. Sólo hay que zambullirse en él y practicar ¿verdad?
Es muy cierto, ya que con el tiempo comenzamos a perder la creatividad, o lo peor es que creemos que ya sabemos todo, y eso es lo mas peligroso, ya que siempre se puede aprender algo nuevo, un ejemplo nosotros somos expertos en temas de reconstrucción de accidentes de trafico para toda españa, y hay ocaciones que un accidente pudo evitarse simplemente por conocer un señalamiento, que aunque siempre lo vemos, no siempre sabemos bien que significa, así que concuerdo totalmente con este articulo.
¡Que interesante tu comentario y tú trabajo! La conducta del humano es compleja a la hora de poder preveer y predecir. Estoy segura de que tu ámbito laboral puede aportar valiosos comentarios y experiencias, que a los que nos dedicamos a este mundo, nos puede ayudar a poder mejorarlo.
Un saludo
Brillante el título y el contenido. A veces el dia a dia y la rutina hace que no veamos donde podemos mejorar o por qué nos quejamos tanto de no tener resultados o no saber evitar problemos si siempre hacemos o actuamos igual sin innovar, cambiar o ser capaz de adelantarnos… te voy a tomar el artículo muy en cuenta desde hoy mismo!!! Gracias !
¡Gracias Mercedes! El acto en sí de haberte animado escribir un comentario ya demuestra que efectivamente has comenzado a poner en práctica la esencia del mismo.
¡Felicidades por ello!
Un saludo
Creo que debemos sacar lo que sabemos para que entren nuevos objetivos, esa es nuestra constante, conseguir objetivos nuevos e ilusionantes para todos.
Si llegamos a tener ilusión en nuestro trabajo, dejará de ser un trabajo para convertirse en un disfrute, con esa maxima todos podemos disfrutar, a la vez que ayudar a los demás. Y entre todos construir un mundo mejor.
A mi me encanta los Tractores y la Maquinaria Agricola y disfrutó diseñando una formación teórica-practica para los tractoristas, en eso estoy centrando mis investigaciones y mi esfuerzo (disfrute) diario.
Enhorabuena por estas palabras tan bien escritas Marta, me encanta que existan personas como tú.